Estaba leyendo esta crónica de los temblores y terremotos especialmente los acaecidos en Lima a lo largo de su historia y algo común que sabemos los limeños es que se dan fenómenos meteorológicos asociados, hasta dicen que hubo un huracán en Lima que arrancó árboles. Veo que no sólo los que vivimos en esta época sabemos que los temblores modifican el clima, sino que siempre observaron lo mismo a lo largo de la historia de la capital, sin embargo ante lo obvio, los científicos sólo niegan esa posibilidad, ellos no se dan cuenta de ella, ni pueden correlacionar lo observado a través de la historia, porque aprendieron que un sismo no tiene nada que ver con el clima y ellos no pueden ir en contra de lo aprendido aunque lo observado los contradiga siempre; son niños buenos que no le dan la contra al profesor o a lo que dice el libro de texto. Y así dicen que siempre la ciencia es objetiva y tiene la razón.
¿ Se imaginan un terremoto con una duración de 15 minutos ?; realmente debe ser muy aterrador; todas las cosas inimaginables que se podrá pensar durante el tiempo que dura.
El terremoto al que me refiero sucedió el 20 de Octubre de 1687, a las 4 y 15 de la madrugada, cuando los pobladores de Lima estaban sumidos en el más profundo de los sueños, un increíble sismo de 15 MINUTOS de duración, estremeció la capital y lugares aledaños.
El pánico se apoderó de todos, cayeron algunas iglesias y mansiones. Se abrieron grietas en el suelo. La gente se volcó a calles, plazas y plazuelas. Se oían ayes, gemidosy oraciones en voz alta, pidiendo perdón a Dios e invocando su misericordia. Pasado el prolongadísimo sacudón, la población comenzó a reaccionar. Los más serenos se dedicaron a rescatar heridos de entre los escombros. Amigos y parientes se buscaban para estar juntos. El enérgico y capaz Virrey Duque de la Palata impartió de inmediato las órdenes adecuadas y la gente ya se estaba tranquilizando, cuando a las 6 y 30 de la mañana, volvió a crujir la tierra limeña sacudida por otro fortísimo y largo sismo.Ya el pánico fue incontrolable. Siguieron cayendo iglesias, edificios y mansiones,y las grietas se extendieron aterradoramente.
Se derrumbó la torre de Santo Domingo,matando a mucha gente. Cayeron los portales de la Plaza Mayor. Se desplomó el Palacio de Gobierno, lo mismo que la Capilla Mayor de San Agustín y se vino abajo la bóveda y el crucero de San Francisco. Casi todos los edificios sufrieron daños y creció el número de víctimas.
El puerto del Callao, aparte de los estragos del sismo, sufrió las gravísimas consecuencias de la salida del mar, que elevó a más de 600 el número de personas fallecidas. En Lima murieron unas 100 personas, aparte del total de muertos en Cañete,Chancay y Pisco, sobre todo en este último lugar, que también fue inundado por el mar, a punto tal que posteriormente hubo de trasladarse y refundarse a una legua del mar.
EnTrujillo se sintió también el temblor, que según se dice esterilizó el valle de Chicama para la producción del trigo, del que se recogía allí antes hasta 18,000 fanegadas. Se esterilizaron también los terrenos para la cosecha de ese cereal en la provincia de Lima en una extensión como de 200 leguas. El trigo encareció y dejó de producirse en la costadel Perú y desde entonces se tuvo que importar de Chile.
Los temblores continuaron sintiéndose a lo largo de los días siguientes. Como sitodo esto fuera poco, un nuevo terremoto sumamente violento se registró el 10 de noviembre, prolongándose las réplicas hasta el día 2 de diciembre, fecha esta cuando se agravó la situación, por haberse difundido la noticia falsa de una salida del mar. El pánico fue tal que todos abandonaron las habitaciones improvisadas que en plazas, huertos y otros parajes se habían levantado o las maltrechas viviendas que aún podían servir de refugio y se apresuraron a ganar las alturas, creyendo que había llegado el finde Lima.
Aquel mismo día (2 de diciembre), un copioso aguacero (rarísimo en Lima) trajo por tierra los restos de las construcciones que aún se mantenían en pie. Curiosamente, después del chubasco, los temblores cesaron de producirse de manera continua. El mismo Virrey hubo de refugiarse en una toldería armada en la plaza principal y allí permaneció 73 días, hasta que en uno de los patios de Palacio se habilitaron unos aposentos de tablas donde se retiró con su familia. En el verano de 1688 el Virrey hubo de dictar severísimas medidas de sanidad para contrarrestar los efectos de una gran peste que asoló la capital y zonas aledañas, triplicando la mortandad ocasionada por los sismos.
La Virgen que lloró
En ese trágico año de 1687 se inicio la devoción a la llamada "Virgen del Aviso o de Las Lágrimas”, a partir de una pequeña imagen de la Virgen de la Candelaria que tenía en su casa el Oidor Don José Calvo de la Banda, sobre la cual muchos testigos aseguraron haber visto brotar, desde el 4 de julio de ese año y por 32 veces hasta el día del terremoto, un misterioso sudor y lágrimas.
* El Señor de los Milagros empieza a salir en procesión
Asimismo, fue a raíz del terremoto de octubre de 1687, cuando empezó a salir en procesión por las calles de Lima una réplica de la venerada imagen del Cristo de Pachacamilla. El terremoto produjo resquebrajaduras y desmoronamientos en la Capilladel Santo Cristo de los Milagros pero el portentoso mural del Redentor Crucificado quedó incólume, como ya había ocurrido en el anterior sismo de 1655, lo que fue considerado como un prodigio. Se inicio así la tradicional manifestación de fe que vivimos hasta hoy, conocida como la Procesión del Señor de los Milagros. Y dicha imagen pintada en un muro ahora la pared frentye al altar mayor se mantiene en pié a pesar de los siglos y los grandes terremotos que hemos seguido teniendo en la capital.
* Otro gran terremoto *
Un terremoto desbastador sucedió el viernes 28 de Octubre de 1746, a las diez y media de la noche, los habitantes de Lima fueron sorprendidos por las violentas sacudidas de la tierra que arrojó a los unos de sus lechos y a todos obligó a buscar los lugares descampados. Por desdicha no todos pudieron hacerlo y aun aquellos que habían abandonado sus casas y buscado un refugio en plena calle vinieron a sucumbir al derrumbarse los muros fronterizos. La confusión y el espanto cundió por toda la ciudad e hizo que fuese mayor el desconcierto la circunstancia de la hora, aun cuando la lobreguez no era tanta por la iluminación de la luna. La duración del seísmo, según las relaciones del tiempo, fue de tres a cuatro minutos, tiempo más que sobrado para la destrucción de la capital. Y en Wikipedia se señala que este terremoto fue de 9 grados de la escala actual Mw, ( mayor al terremoto de Chile del 2010 que fue de 8.5 Mw )
Según testimonios de la época, la catástrofe que se avecinaba fue perceptible en varias oportunidades, pues los marinos veintitrés días antes del terremoto notaban exhalaciones ígneas que parecían envolver al Callao. Manuel Romero, entonces alcaide de la cárcel de la Isla San Lorenzo, contaba que se veía como si el puerto se deshiciera en pavesa y se sentían ruidos bajo tierra, como el mugido de centenares de bueyes una veces y otras como disparos de artillería
Este terremoto es considerado el mayor terremoto ocurrido en Lima hasta la fecha, y el segundo en la historia del Perú después del Terremoto de Arica de 1868. (Creo que no se ha tomado en cuenta el de 1687).
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¿ Se imaginan un terremoto con una duración de 15 minutos ?; realmente debe ser muy aterrador; todas las cosas inimaginables que se podrá pensar durante el tiempo que dura.
El terremoto al que me refiero sucedió el 20 de Octubre de 1687, a las 4 y 15 de la madrugada, cuando los pobladores de Lima estaban sumidos en el más profundo de los sueños, un increíble sismo de 15 MINUTOS de duración, estremeció la capital y lugares aledaños.
El pánico se apoderó de todos, cayeron algunas iglesias y mansiones. Se abrieron grietas en el suelo. La gente se volcó a calles, plazas y plazuelas. Se oían ayes, gemidosy oraciones en voz alta, pidiendo perdón a Dios e invocando su misericordia. Pasado el prolongadísimo sacudón, la población comenzó a reaccionar. Los más serenos se dedicaron a rescatar heridos de entre los escombros. Amigos y parientes se buscaban para estar juntos. El enérgico y capaz Virrey Duque de la Palata impartió de inmediato las órdenes adecuadas y la gente ya se estaba tranquilizando, cuando a las 6 y 30 de la mañana, volvió a crujir la tierra limeña sacudida por otro fortísimo y largo sismo.Ya el pánico fue incontrolable. Siguieron cayendo iglesias, edificios y mansiones,y las grietas se extendieron aterradoramente.
Se derrumbó la torre de Santo Domingo,matando a mucha gente. Cayeron los portales de la Plaza Mayor. Se desplomó el Palacio de Gobierno, lo mismo que la Capilla Mayor de San Agustín y se vino abajo la bóveda y el crucero de San Francisco. Casi todos los edificios sufrieron daños y creció el número de víctimas.
El puerto del Callao, aparte de los estragos del sismo, sufrió las gravísimas consecuencias de la salida del mar, que elevó a más de 600 el número de personas fallecidas. En Lima murieron unas 100 personas, aparte del total de muertos en Cañete,Chancay y Pisco, sobre todo en este último lugar, que también fue inundado por el mar, a punto tal que posteriormente hubo de trasladarse y refundarse a una legua del mar.
EnTrujillo se sintió también el temblor, que según se dice esterilizó el valle de Chicama para la producción del trigo, del que se recogía allí antes hasta 18,000 fanegadas. Se esterilizaron también los terrenos para la cosecha de ese cereal en la provincia de Lima en una extensión como de 200 leguas. El trigo encareció y dejó de producirse en la costadel Perú y desde entonces se tuvo que importar de Chile.
Los temblores continuaron sintiéndose a lo largo de los días siguientes. Como sitodo esto fuera poco, un nuevo terremoto sumamente violento se registró el 10 de noviembre, prolongándose las réplicas hasta el día 2 de diciembre, fecha esta cuando se agravó la situación, por haberse difundido la noticia falsa de una salida del mar. El pánico fue tal que todos abandonaron las habitaciones improvisadas que en plazas, huertos y otros parajes se habían levantado o las maltrechas viviendas que aún podían servir de refugio y se apresuraron a ganar las alturas, creyendo que había llegado el finde Lima.
Aquel mismo día (2 de diciembre), un copioso aguacero (rarísimo en Lima) trajo por tierra los restos de las construcciones que aún se mantenían en pie. Curiosamente, después del chubasco, los temblores cesaron de producirse de manera continua. El mismo Virrey hubo de refugiarse en una toldería armada en la plaza principal y allí permaneció 73 días, hasta que en uno de los patios de Palacio se habilitaron unos aposentos de tablas donde se retiró con su familia. En el verano de 1688 el Virrey hubo de dictar severísimas medidas de sanidad para contrarrestar los efectos de una gran peste que asoló la capital y zonas aledañas, triplicando la mortandad ocasionada por los sismos.
La Virgen que lloró
En ese trágico año de 1687 se inicio la devoción a la llamada "Virgen del Aviso o de Las Lágrimas”, a partir de una pequeña imagen de la Virgen de la Candelaria que tenía en su casa el Oidor Don José Calvo de la Banda, sobre la cual muchos testigos aseguraron haber visto brotar, desde el 4 de julio de ese año y por 32 veces hasta el día del terremoto, un misterioso sudor y lágrimas.
* El Señor de los Milagros empieza a salir en procesión
Asimismo, fue a raíz del terremoto de octubre de 1687, cuando empezó a salir en procesión por las calles de Lima una réplica de la venerada imagen del Cristo de Pachacamilla. El terremoto produjo resquebrajaduras y desmoronamientos en la Capilladel Santo Cristo de los Milagros pero el portentoso mural del Redentor Crucificado quedó incólume, como ya había ocurrido en el anterior sismo de 1655, lo que fue considerado como un prodigio. Se inicio así la tradicional manifestación de fe que vivimos hasta hoy, conocida como la Procesión del Señor de los Milagros. Y dicha imagen pintada en un muro ahora la pared frentye al altar mayor se mantiene en pié a pesar de los siglos y los grandes terremotos que hemos seguido teniendo en la capital.
* Otro gran terremoto *
Un terremoto desbastador sucedió el viernes 28 de Octubre de 1746, a las diez y media de la noche, los habitantes de Lima fueron sorprendidos por las violentas sacudidas de la tierra que arrojó a los unos de sus lechos y a todos obligó a buscar los lugares descampados. Por desdicha no todos pudieron hacerlo y aun aquellos que habían abandonado sus casas y buscado un refugio en plena calle vinieron a sucumbir al derrumbarse los muros fronterizos. La confusión y el espanto cundió por toda la ciudad e hizo que fuese mayor el desconcierto la circunstancia de la hora, aun cuando la lobreguez no era tanta por la iluminación de la luna. La duración del seísmo, según las relaciones del tiempo, fue de tres a cuatro minutos, tiempo más que sobrado para la destrucción de la capital. Y en Wikipedia se señala que este terremoto fue de 9 grados de la escala actual Mw, ( mayor al terremoto de Chile del 2010 que fue de 8.5 Mw )
Según testimonios de la época, la catástrofe que se avecinaba fue perceptible en varias oportunidades, pues los marinos veintitrés días antes del terremoto notaban exhalaciones ígneas que parecían envolver al Callao. Manuel Romero, entonces alcaide de la cárcel de la Isla San Lorenzo, contaba que se veía como si el puerto se deshiciera en pavesa y se sentían ruidos bajo tierra, como el mugido de centenares de bueyes una veces y otras como disparos de artillería
Este terremoto es considerado el mayor terremoto ocurrido en Lima hasta la fecha, y el segundo en la historia del Perú después del Terremoto de Arica de 1868. (Creo que no se ha tomado en cuenta el de 1687).
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